El “cáncer” se define como el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo. Se trata de una de las enfermedades con mayor incidencia en España. Concretamente, en 2021 se diagnosticaron 285.530 casos nuevos y, además, el cáncer representa la principal causa de muerte de nuestra sociedad, alcanzando las 113.054 muertes en el año 2020.
Comúnmente, este sobrecrecimiento
celular dará lugar a la formación de un tumor o bultos de tejido que, dependiendo
de la naturaleza de las células proliferantes, se diferenciará entre tumor
benigno o maligno. En el caso de los tumores malignos, hablamos de neoplasias,
caracterizadas por:
- Rápida proliferación
- Control de crecimiento disminuido
- Desarrollo de múltiples mutaciones genómicas
- Pérdida de inhibición por contacto
- Invasión de tejidos locales y diseminación
- Metástasis
- Señalización de crecimiento proliferativo autosostenido
- Evasión de las señales de inhibición de crecimiento
- Inducción de la angiogénesis local
- Evasión de la apoptosis
Según las células diana, o células donde se inicia el cáncer, podemos distinguir diferentes tipos:
Carcinoma
El carcinoma es el tipo de cáncer más común, localizándose su inicio en las células epiteliales. A su vez, las células se diferencian en diferentes subtipos, por lo que nos encontraremos diferentes carcinomas:
- Adenocarcinoma: células epiteliales secretoras de líquido o moco. Estas células se encuentran en tejidos glandulares tales como los presentes en las mamas, el colon o la próstata.
- Carcinoma de células basales: células presentes en la capa inferior de la epidermis.
- Carcinoma de células escamosas: células presentes debajo de la superficie externa de la piel o en los tejidos que recubren distintos órganos como el estómago, los pulmones, etc.
- Carcinoma de células transicionales: presentes en el epitelio transicional, a su vez presente en el revestimiento de la vejiga, uréteres, etc.
Sarcoma
Los sarcomas tienen su origen el
los huesos y en los tejidos blandos: músculos, grasa, vasos sanguíneos, vasos
linfáticos y tejido fibroso.
Leucemia
Tiene su origen en el tejido de la
médula ósea roja. Se caracterizan por no presentar un tumor sólido, sino que en
su lujar se produce un aumento anormal de los glóbulos blancos en la sangre y
en la médula ósea, que competirán con las células sanguíneas normales.
Linfoma
Se inicia en los linfocitos T o B. En este caso, estas células se transformarán en células malignas y se acumularán en los ganglios, vasos linfáticos y otros órganos del cuerpo. Se diferencian dos tipos de linfomas:
- Linfoma de Hodgkin: se caracteriza por la presencia de linfocitos anormales llamados células de Reed-Sternberg y se originan, generalmente, en la células B.
- Linfoma no Hodgkin: acúmulo de diversos cánceres con inicio en linfocitos B o T.
Mieloma múltiple
Se inicia en las células
plasmáticas. Cuando estas pasan de normales a anormales, reciben el nombre de
células de mieloma y pasan a acumularse en la médula ósea formando tumores en
todos los huesos del cuerpo.
Melanoma
Se produce a nivel de los melanocitos, células encargadas de la producción de melanina.
Bibliografía
- https://www.cancer.gov/espanol/cancer/naturaleza/que-es
- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer
- https://www.epdata.es/datos/cancer-espana-datos-estadisticas/289
- https://www.seom.org/informacion-sobre-el-cancer/que-es-el-cancer-y-como-se-desarrolla?showall=1&showall=1
- https://www.sanidad.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/excelencia/cancer-cardiopatia/CANCER/opsc_est2.pdf.pdf